FRANCISCO GAVILÁN
¿Ha
conseguido usted pasar algún día de su vida sin inventar alguna
excusa o justificarse por algún error?
¿Quién no se
ha exculpado con frases tan ingénuas como 'todo el mundo lo hace' o
'no he tenido tiempo'?, ¿o tan racionalistas como 'yo conduzco muy
bien, son los demás que van como locos'?, ¿o tan esotéricas
como 'tuve mala suerte' o 'son cosas del destino'?
El ser humano tiene una gran propensión a elaborar excusas, disculpas
y pretextos para neutralizar situaciones que lo comprometen. Ello le permite
salir del paso, proteger su autoestima y reducir la ansiedad que provoca la
frustración. Es cierto que las excusas nos hacen la vida más
soportable, pero vivir permanentemente bajo este engaño exculpatorio
puede acarrearnos consecuencias muy negativas.
Las justificaciones que empleamos nos proporcionan valiosos conocimientos
sobre nosotros mismos y los demás. Pero sólo si estamos dispuestos
a reflexionar sobre ellas.
Zenith-Grupo Planeta 2012 |